jueves, 19 de mayo de 2011

Oda I

  Salgo de mi cueva con la luz del alba,
me desperezo, inicio la cacería.
Con mi afilada garra que nadie salva
ataco a mis presas, no siento empatía.

  Me oculto con sigilo entre la maleza,
pues soy depredador por naturaleza.
A los candorosos humanos yo atraigo,
los hechizo y arrastro a mi oscura cueva.
Cuando en mi poder caen rehusan todo arraigo
 y los corazones rotos mi ira prueban.

  Todos temen mi pelaje rosa y malva.
Vuelvo a mi guarida al acabar el día.
Allí atormento a presos, rasgo sus almas,
los mantengo insonme, dolor, agonía.
Cada cierto tiempo se me escapa alguno,
no lo persigo, ya se que volverá.

 No hay trampa más eficaz que en la que la presa desea caer.
Pues si el hombre vive sin mi, vive en ayuno.
De sus mayores deseos yo soy el maná.
Quieren cazarme, me quieren someter,
más cuando creen que al fin me han dominado
ataco a traición y sin piedad los abato.

Hiendo sus tendones,
deboro el tejido blando,
y aun viven cuando,
mientras tarareo siniestras canciones,
poco a poco los desangro.

Les abro las entrañas
cual impía alimaña
y les robo el corazón.

Entre convulsiones de mi almuerzo me jacto,
pues aunque sueño con mi absolución
sigo pecando.

En mis dominios difuntos hay a mansalva,
culpables o inocentes, carnicería.
El hombre mi placentera obra enalba,
aunque luego corrompa su anatomía.

Soy un demonio que va de rosa y malva,
una bestia tierna, a la vez que amarga.
Primero salvaje, luego frío, y al final
es al irme cuando realmente hago daño.

4 comentarios:

  1. Si XD tal vez demasiado enreversada... pero lo es : / XDDD

    ResponderEliminar
  2. Me imagino al osito malo de Toy Story haciendo esas cosas xDD (Que miedito xD) Muy bonita el poema. Ojalá yo escribiera cosas así.

    ¡Un beso, brother! (:

    ResponderEliminar